Javier marias vida personal

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El novelista español Javier Marías llegó a la Frick, una mañana del mes pasado, con cara de asombro. “Los americanos, al parecer, acaban de suicidarse”, dijo, con un acento vagamente británico. Era su primera visita a Nueva York en siete años, y el momento le había salido mal. Era el 9 de noviembre. Marías, de sesenta y cinco años y pelo canoso, llevaba un abrigo oscuro y un gran paraguas. Me pidió perdón: ¿podría fumar un cigarrillo antes de entrar? Sacó uno de un estuche de latón que llevaba en el bolsillo del pecho y luego, cambiando de tema, me dijo que acababa de ocurrir algo bastante extraordinario.

A Marías le gusta citar a Laurence Sterne para describir su oficio: “Avanzo mientras divago”. Cuando se produce un acontecimiento dramático en una de sus novelas, suele ser el preludio de una serie de anécdotas incoherentes o de alguna larga reflexión existencial. En “Mañana en la batalla piensa en mí”, publicada por primera vez en 1994, una muerte súbita da pie a una detallada reflexión sobre las peores formas de morir (“morir en medio del afeitado, con una mejilla aún cubierta de espuma, a medio afeitar para toda la eternidad”). Al principio de la novela “Un corazón tan blanco”, de 1992, el misterioso suicidio de un recién casado va seguido de un excursus sobre la naturaleza de la intimidad conyugal. Una reflexión lleva a otra, y a otra, hasta que una línea argumental emerge astutamente. Las novelas de Marías son cerebrales y alusivas, largas en el mejor sentido. Como escribió Colm Tóibín en una ocasión: “Como novelista, tiene una forma de hacerse pasar por filósofo… más aún para engañar al lector y provocar una gran conmoción cuando la novela resulta tener un argumento después de todo”.

Javier marías nobelpreis

Marías estudió Filosofía y Letras en la Universidad Complutense de Madrid antes de ejercer la docencia en varias universidades, entre ellas su alma mater, las de Oxford y Venecia, y el Wellesley College de Massachusetts[4]. En 1997, recibió el título de Rey del Reino de Redonda de manos de su predecesor Jon Wynne-Tyson por su forma de entender el reino y por mencionar la historia de uno de sus anteriores reyes, John Gawsworth, en su novela Todas las almas (1989).

Marías comenzó a escribir en serio a una edad temprana. “Vida y muerte de Marcelino Iturriaga”, uno de los relatos de Mientras las mujeres duermen (2010), fue escrito cuando sólo tenía 14 años[8]. Escribió su primera novela, Los dominios del lobo, a los 17 años, tras huir a París. Su segunda novela, Travesía del horizonte, era una historia de aventuras sobre una expedición a la Antártida.

Tras estudiar en la Universidad Complutense de Madrid, Marías se dedicó a traducir novelas inglesas al español. Sus traducciones incluyen obras de Updike, Hardy, Conrad, Nabokov, Faulkner, Kipling, James, Stevenson, Browne y Shakespeare. En 1979 ganó el premio nacional de traducción por su versión de Tristram Shandy de Sterne. Entre 1983 y 1985 fue profesor de literatura española y traducción en la Universidad de Oxford[9].

Página web de javier marías

Marías estudió Filosofía y Letras en la Universidad Complutense de Madrid antes de ejercer la docencia en varias universidades, entre ellas su alma mater, las de Oxford y Venecia, y el Wellesley College de Massachusetts[4]. En 1997, recibió el título de Rey del Reino de Redonda de manos de su predecesor Jon Wynne-Tyson por su conocimiento del reino y por mencionar la historia de uno de sus anteriores reyes, John Gawsworth, en su novela Todas las almas (1989).

Marías comenzó a escribir en serio a una edad temprana. “Vida y muerte de Marcelino Iturriaga”, uno de los relatos de Mientras las mujeres duermen (2010), fue escrito cuando sólo tenía 14 años[8]. Escribió su primera novela, Los dominios del lobo, a los 17 años, tras huir a París. Su segunda novela, Travesía del horizonte, era una historia de aventuras sobre una expedición a la Antártida.

Tras estudiar en la Universidad Complutense de Madrid, Marías se dedicó a traducir novelas inglesas al español. Sus traducciones incluyen obras de Updike, Hardy, Conrad, Nabokov, Faulkner, Kipling, James, Stevenson, Browne y Shakespeare. En 1979 ganó el premio nacional de traducción por su versión de Tristram Shandy de Sterne. Entre 1983 y 1985 fue profesor de literatura española y traducción en la Universidad de Oxford[9].

Javier marías el país

En junio de 2018, el gobernante Partido Socialista de España anunció que exhumaría los restos de Franco y los volvería a enterrar en algún lugar menos llamativo. Durante la última década, el país ha estado retirando los símbolos de la dictadura de los espacios públicos, de acuerdo con la Ley de Memoria Histórica de 2007, y muchos consideraron que la decisión del gobierno era necesaria desde hace tiempo. Sin embargo, no todos estaban de acuerdo. En julio de ese año, cerca de 1.000 manifestantes franquistas se reunieron en el Valle de los Caídos, donde levantaron los brazos en el saludo fascista y cantaron el himno de la Falange, el Partido Fascista Español; en diciembre, el partido ultranacionalista Vox, bastión de la nostalgia franquista, obtuvo importantes victorias en las elecciones regionales. A medida que se acerca el 80º aniversario del final de la Guerra Civil, las fisuras que siguen dividiendo al país se ponen de manifiesto de forma inquietante.

Tanto en la ficción como en la polémica, Marías ha prestado una gran atención a los efectos del aplazado ajuste de cuentas de España con su pasado reciente. En los últimos años del reinado de Franco hubo un número creciente de manifestaciones públicas, pero la rápida transición a la democracia liberal que siguió a su muerte fue en gran medida un asunto de arriba abajo. En 1976, como parte de un acuerdo no escrito conocido como el pacto del olvido, los fascistas aceptaron ceder el poder con la condición de que nadie rindiera cuentas por los crímenes cometidos durante la Guerra Civil y la dictadura. “Todo el mundo aceptó esta condición, no sólo porque era la única forma de que la transición de un sistema a otro se produjera de forma más o menos pacífica, sino también porque los que más habían sufrido no tenían alternativa y no estaban en condiciones de exigir”, escribió Marías en su novela de 2014 “Así de mal empieza”, centrada en un largo e infeliz matrimonio que empieza a deshacerse en el deshielo postfranquista. “La promesa de vivir en un país normal”, añadió, “era mucho más seductora que la vieja búsqueda de una disculpa o el deseo de reparación”.