Contenidos
No digas ni si ni no
No digas sí cuando quieres decir no pdf
Deja de esperar lo que quieres, ¡sal y consíguelo! ¿Alguna vez te has sentido impotente, infeliz o cohibido? En lugar de dejar que otros te controlen, ¡toma el control de ti mismo! Este programa práctico y completo está repleto de anécdotas y ejercicios probados que le ayudarán a entender y utilizar las técnicas de entrenamiento de la asertividad, ¡técnicas que funcionan! Aprenda a utilizar la ecuación que cambia la vida “aserción = autoestima”. Aprenda a establecer objetivos y a cumplirlos. Aprenda a comunicar su poder personal. Sobre todo, empieza a vivir la calidad de vida que te mereces, ¡hoy mismo! Nota: este audio hace referencia a material complementario que no se incluye con la compra del audiolibro.
Supongo que el valor reside en cómo uno desea explorar y trabajar con el material. Encontré unos 7-8 problemas psicológicos que se discuten con muy buenos consejos sobre cómo cambiar uno mismo. Por supuesto, hay que trabajar con uno mismo, no tiene textos largos para acariciar la conciencia. Pero da consejos prácticos incluso sin el cuaderno de ejercicios.
No digas que sí cuando quieras decir que no resumen
He jugado mucho en mi vida. Ha sido una parte vital de mi trabajo y mi juego durante mucho tiempo. Hay pocos juegos que hayan tenido la rejugabilidad de este juego. El concepto del juego es sencillo. Lees preguntas de una tarjeta con la esperanza de hacer que tu oponente diga SÍ o NO. Si dicen una de estas palabras prohibidas, golpeas la campana y te ríes de ellos.
He jugado a este juego con uno de mis alumnos durante años. No hay tantas cartas en la caja y las memorizamos todas, y perdimos la campana hace mucho tiempo. Pero seguimos jugando. Nos inventamos nuestras propias preguntas, más complicadas que las anteriores. Hacíamos cualquier cosa para hacernos tropezar. El truco, por cierto, es responder a una pregunta con otra pregunta. A día de hoy, sigue sin responderme directamente porque supone, con razón, que seguimos jugando.
Reglas del juego de no poder decir sí o no
Ha habido muchas ocasiones en nuestra vida en las que hemos querido decir “no” a la gente, pero acabamos diciendo “sí” porque nos resulta difícil decir lo contrario. En esta guía, el autor le proporciona la técnica de entrenamiento asertivo que le ayudará a aumentar su confianza. Esta técnica le ayudará a obtener reconocimiento y a conseguir un ascenso en su lugar de trabajo, a renovar su matrimonio, a poner más emoción en su vida sexual, a tratar con los niños de forma eficaz y a hacer nuevos y buenos amigos. Podrá cambiar su vida cuando aprenda y aplique esta técnica. Con esta guía aprenderá a enfocar sus dificultades para ser asertivo y a establecer sus propios objetivos. También aprenderás a seguir tus progresos con un taller que te reforzará paso a paso. Los seguidores de la técnica aprenderán a visualizar y actualizar a través de ejercicios que les ayudarán a mejorar su nuevo patrón de comportamiento. La técnica de este libro le ayudará a darse cuenta de que el autocontrol que proviene de su interior y puede ser desarrollado. Lee este libro para empezar a cambiar los hábitos que te impiden lograr lo que quieres de la vida. Sobre Hebert Fensterheim
No digas que sí cuando quieras decir que no
He jugado a muchos juegos en mi vida. Ha sido una parte vital de mi trabajo y mi juego durante mucho tiempo. Hay pocos juegos que hayan tenido la rejugabilidad de este juego. El concepto del juego es sencillo. Lees preguntas de una tarjeta con la esperanza de hacer que tu oponente diga SÍ o NO. Si dicen una de estas palabras prohibidas, golpeas la campana y te ríes de ellos.
He jugado a este juego con uno de mis alumnos durante años. No hay tantas cartas en la caja y las memorizamos todas, y perdimos la campana hace mucho tiempo. Pero seguimos jugando. Nos inventamos nuestras propias preguntas, más complicadas que las anteriores. Hacíamos cualquier cosa para hacernos tropezar. El truco, por cierto, es responder a una pregunta con otra pregunta. A día de hoy, sigue sin responderme directamente porque supone, con razón, que seguimos jugando.