Que va primero el huevo o la gallina

Preguntas como el huevo o la gallina

Cada vez que los niños o los ancianos se sentaban en un lugar y apagaban los rompecabezas, una pregunta en particular siempre hacía que la gente pensara. A menudo, esta pregunta se preguntó que lo que viene primero la gallina o el huevo el mundo? Nadie podía responder a esta pregunta porque si dices huevo, entonces se preguntó quién produjo este huevo entonces? Y si se dice gallina, entonces se preguntaba que de dónde había salido esta gallina. En tal situación, esta pregunta siempre mantuvo a la gente confundida. Pero ahora los científicos han encontrado la respuesta real y correcta a esta pregunta. Esta vez se ha respondido con un razonamiento científico.

Para encontrar la respuesta a esta pregunta, muchos profesores de las universidades de Sheffield y Warwick, en el Reino Unido, investigaron al respecto. Se ha investigado mucho sobre este tema. Después de una larga investigación, los científicos han encontrado la respuesta correcta para esto. Según la investigación, el pollo llegó por primera vez a este mundo. Los científicos dijeron que la gallina vino antes que el huevo en el mundo. Hay una razón muy importante para ello. Y sin esta razón, los huevos nunca pueden nacer.

La evolución del pollo

¿Qué fue primero, el huevo o la gallina? La gallina, no, el huevo, no, la gallina, no, el huevo. Es suficiente para que la cabeza te dé vueltas en el cuello. Todos hemos pasado por la lógica; la mayoría acabamos en el mismo sitio. Como dijo Luna Lovegood, la bruja soñadora y a la vez puntillosa de Harry Potter, cuando le preguntaron el acertijo: “Un círculo no tiene principio”. Y de hecho, intentar identificar el primer caso de una causa y consecuencia circular es un ejercicio de absoluta inutilidad. Para los que no tienen una historia pat que implique a un ser divino que escupe especies perfectamente formadas, es una situación sin salida.

Pero eso no nos impide preguntar. Por suerte, Robert Krulwich, de NPR, llegó al fondo del dilema cuando, afortunadamente, se topó con el siguiente vídeo.

Básicamente, hace muchas, muchas lunas había un ave parecida a la gallina. Era genéticamente parecido a un pollo, pero aún no era un pollo propiamente dicho. El vídeo lo llama proto-pollo. Así que el proto-pollo puso un huevo y el proto-gallo lo fecundó. Pero cuando los genes de ma y pa casi-pollo se fusionaron, se combinaron de una manera nueva, creando una mutación que accidentalmente hizo al bebé diferente de sus padres.

Receta de pollo y huevo

¿Qué fue primero, la gallina o el huevo? La gallina, no, el huevo, no, la gallina, no, el huevo. Es suficiente para que la cabeza te dé vueltas en el cuello. Todos hemos pasado por la lógica; la mayoría acabamos en el mismo sitio. Como dijo Luna Lovegood, la bruja soñadora y a la vez puntillosa de Harry Potter, cuando le preguntaron el acertijo: “Un círculo no tiene principio”. Y de hecho, intentar identificar el primer caso de una causa y consecuencia circular es un ejercicio de absoluta inutilidad. Para los que no tienen una historia pat que implique a un ser divino que escupe especies perfectamente formadas, es una situación sin salida.

Pero eso no nos impide preguntar. Por suerte, Robert Krulwich, de NPR, llegó al fondo del dilema cuando, afortunadamente, se topó con el siguiente vídeo.

Básicamente, hace muchas, muchas lunas había un ave parecida a la gallina. Era genéticamente parecido a un pollo, pero aún no era un pollo propiamente dicho. El vídeo lo llama proto-pollo. Así que el proto-pollo puso un huevo y el proto-gallo lo fecundó. Pero cuando los genes de ma y pa casi-pollo se fusionaron, se combinaron de una manera nueva, creando una mutación que accidentalmente hizo al bebé diferente de sus padres.

Problema de los huevos de gallina resuelto

El dilema de la causalidad del huevo o la gallina se plantea comúnmente como la pregunta “¿qué fue primero: el huevo o la gallina?” El dilema surge de la observación de que todas las gallinas nacen de huevos y todos los huevos de gallina son puestos por gallinas. “El huevo y la gallina” es un adjetivo metafórico que describe situaciones en las que no está claro cuál de los dos acontecimientos debe considerarse la causa y cuál el efecto, para expresar un escenario de regresión infinita, o para expresar la dificultad de secuenciar acciones en las que cada una parece depender de que otras se hagan primero. Plutarco planteó la cuestión como un asunto filosófico en su ensayo “Los simposios”, escrito en el siglo I de nuestra era[1][2].

La cuestión representa una antigua paradoja popular que aborda el problema de los orígenes y la primera causa[3]. Aristóteles, escribiendo en el siglo IV a.C., concluyó que se trataba de una secuencia infinita, sin un verdadero origen[3]. Plutarco, escribiendo cuatro siglos más tarde, destacó específicamente esta cuestión como relacionada con un “problema grande y de peso (si el mundo tuvo un principio)”[4] En el siglo V a.C., Macrobio escribió que, aunque la cuestión parecía trivial, “debería ser considerada como una cuestión de importancia”[4].